El Segundo taller de Psicodrama Bíblico se ha realizado en el monasterio de Suesa en Cantabria el último fin de semana de noviembre del 2019.
Testimonios:
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“El siempre sorprendente psicodrama bíblico no me dejó indiferente, al
contrario me permitió retornar a dimensiones de mí mismo que siempre han estado
ahí, pero que viví con especial intensidad esos días. No siempre aspectos
placenteros, sino más bien un trabajo a realizar, una conciencia vivencial de
quién soy, en lo que me acepto y en lo que no.
El grupo se formó desde el inicio, y yo me vi tímido, con temores y rechazo
a abrirme. Pero cuando se rompió el hielo lo disfruté, con unas personas más
que con otras siendo un poco selectivo.
Viví mucha tensión en las dinámicas, y comprendí las curaciones de Jesús.
En la escena, la enfermedad se redimensionaba. La curación del leproso me hizo
perder el miedo, mi baño en el río, aunque rígido, me descansó y afronté el día
siguiente con gran ilusión, iniciativa y emprendimiento.
El último día volvió a traer tensión pero yo estaba más ligero. Jesús se
hacía esperar (estamos en Adviento). Cuando llegó se desveló muy humano.
Muchas gracias a todos y hasta la próxima!!”
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“Partiendo del descubrimiento y recreación de
algunos personajes y escenas de la Biblia, el taller me ha dado la oportunidad
de explorar mi interioridad y de expresarme desde ella, en apertura a la
experiencia de otras personas. Ha sido un espacio de vivencias intensas y de
creación de lazos de comprensión y de afecto. Y, como hilo conductor, la
persona de Beppe, inspirando y acompañando al grupo en la aventura de crecer
desde donde se encuentra cada uno, apuntando al Amor como motor y
medicina, como fuente y como meta.”
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“Cuando me apunté al taller de Psicodrama Bíblico no tenía nada claro en
qué consistiría y aunque busqué alguna referencia que me ayudara a situarme
apenas encontré, si encontraba referencias sobre el Psicodrama y su filosofía, técnicas…
pero no cómo se aplicaría ese método al “conocimiento” de la Biblia. Yo
soy creyente y aficionado al arte dramático y todo lo que se mueva alrededor de
él me tiene ganado. Por ello y por aquello de dejar que la vida me ofrezca
novedades que me permitan seguir creciendo como persona y creyente … me animé.
Una vez hecho el taller
qué puedo decir: que me alegro mucho de haber participado, que estoy muy
agradecido a las organizadoras por su esfuerzo y disposición a complicarse un
poco la vida para haber hecho posible dicho taller; agradecido también, a las
personas que participaron en dicho taller conmigo, todas ellas posibilitaron
con su actitud, confianza, acogida, participación … que se desarrollara tan
bien.
El método me ha
sorprendido: la forma de adentrarnos (por medio de la representación) en
algunas historias personales que aparecen en la Biblia me ha permitido mirar
dichas historias desde muchas miradas (no sólo la principal que suele
aparecer en el texto de la Biblia), pero no sólo he contemplado, sino que me ha
ayudado a vivir dichas historias en parte de su riqueza
(experiencias de fe, de dudas, de dolor, confianza… que presentan) y a mirarme
y a hacerme preguntas sobre mi experiencia, vivencia de lo profundo que
aparece en esas historias. Especialmente me gustó la dramatización del pasaje
de la mujer pecadora, creo que consiguió un encuentro con el Jesús del
Evangelio (que confía en y valora a cada persona).
A mí me cuesta mover y
sacar mis sentimientos, pero en el taller éstos estuvieron vivos, la razón, la
lógica, quedó en un segundo plano; además la dinamización y la participación de
las personas consiguieron una intensidad y profundidad en las representaciones
que no me imaginaba y que permitían, como he dicho antes, ahondar en la
experiencia del personaje representado y en la mía propia.
Por último, resaltaría los finales simbólicos que permitían expresar/sacar
lo vivido y compartirlo, eran… auténticas celebraciones de fe.”
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“Era la primera vez que hacía un taller sobre
psicodrama, me atraía el apellido, lo bíblico, por ello todo fue un descubrimiento.
Me pareció una herramienta muy interesante para el conocimiento personal, para
ahondar en la interioridad que somos. Es una forma experiencial de
descubrir aspectos de una misma, una forma gráfica y concisa. También creo que
es una experiencia muy intensa que deja una huella profunda. Tal vez me faltó
un tiempo de silencio, de descanso para dejar posar lo vivido. El hecho de
venir a la oración no fue una ayuda, a mi entender, sino más bien un estorbo.
Me pareció que no estaba acompasado el tiempo, el horario, para permitir que la
oración con la comunidad fuese una ayuda, un espacio de encuentro. Tuve la
sensación de que estaba metida a calzador. Tal vez hubiese sido mejor dejar
tiempo entre una cosa y otra.
La experiencia, con todo, fue muy rica para mi.”
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“Esta forma de hacer psicodrama para mí ha supuesto un interesante
descubrimiento.
Por un lado he podido aprender unas pinceladas de una nueva forma de
hacer psicodrama.
Me ha acercado también a textos bíblicos, (me ha creado curiosidad) desde
lo que cada uno/a iba escenificando desde la creatividad y espontaneidad.(la
duda está en si conocer el texto interfiere en la espontaneidad)
Me acercaba a esta forma de psicodrama con cautela y me quedo con
ganas de explorar más.
Gracias!”
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“Para mi el taller de Psicodrama fue un valioso
descubrimiento, me sorprendió gratamente y el sentimiento de admiración por lo
que allí contemplaba me envolvió todo el fin de semana. Me sentí integrada
desde el primer momento gracias a las dinámicas grupales que se hicieron, a la
gente que participó que me pareció encantadora y al monasterio de Suesa donde
me encuentro como en casa. La resonancia de las escenificaciones presenciadas
calaron muy hondo en mí, conectaron con ese "mundo" interior que a
veces quiere salir al exterior y no sabe bien cómo hacerlo. Me pareció un
regalo de la Vida estar allí en Suesa con todos vosotros, no participé mucho
pero agradecí enormemente que se me respetase el actuar o no. Beppe llevó el
taller magistralmente al igual que todos los que salistéis a escena (actuasteis)
que lo hicisteis desde dentro con gran
generosidad compartida, por ello mi más sincero agradecimiento, fue para mí un
privilegio poder compartir este fin de semana con todos vosotros, una
experiencia grabada en el corazón.”
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“El psicodrama siempre me sorprende. Siempre me
enseña algo. Esta vez me ayudó a desmontar la imagen que tenía instaurada en mí
de un Jesús perfecto, casi mágico. Me ayudó a ser consciente de esa búsqueda de
perfección que hay en mí y que me aleja de la humanidad. Me sirvió para
conectar con mis propias miserias y también con los dones y regalos que he
recibido en la vida.
Estoy agradecida por lo que allí se vivió
porque sentí un encuentro verdadero con Jesús, con lo trascendente, con cada
uno de los que allí estuvimos y conmigo misma.”
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“Para mí ha sido una experiencia nueva e interesante. Lo primero que quiero
señalar es la riqueza del grupo humano que hemos coincidido en el taller. La
diversidad de personas y la posibilidad de encontrarnos y comunicarnos ha sido genial.
Otro aspecto a destacar es el Monasterio de Suesa. Ese sitio me parece
maravilloso, mágico y, no tengo duda que está cargado positivamente desde un
punto de vista energético. La posibilidad de sumarnos a las oraciones y
eucaristía con las monjas, ha sido un añadido importante, un elemento más a
vivir nos con paz y armonía.
Me ha gustado también la conducción de Giuseppe y las dinámicas de
introducción que tu nos has propuesto. Aún me río cuando recuerdo la de la
orquesta o la del avión jaja.
Ha sido un fin de semana gratificante, para dar gracias. Y te lo agradezco
personalmente por hacerlo posible.”
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“Yo salí del taller muy contenta, muy removida por dentro. Encontré un
claro paralelismo entre cómo me situaba yo en las diferentes prácticas y como
suele ser mi actitud en la vida. Es difícil de explicar, pero queda en mi como
una vivencia, como algo, que aunque se que es un “juego” resuena en mi interior
como una experiencia.
El psicodrama bíblico me ha parecido una herramienta impresionante, y a la
vez muy delicada, y sutil.
Me siento muy agradecida a Beppe por su labor, a Gloria por la ilusión y
trabajo que ha dedicado a este proyecto, y a todo el grupo, porque ha sido un
gusto compartir este taller con todos ellos.”
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“No encuentro palabras para sintetizar. Tampoco sabría decir la
finalidad, ni el objetivo.
Como ves, tengo muchísimo problema. Me gustaría hablarlo contigo, con más
tiempo y más palabras.
Quizás lo que pasa es que necesito más sesiones...
Pero lo que si te aseguro es que me encantaría escuchar a Beppe, debe tener
tal acerbo que daría para muchísimas horas de escucha..., me
conformaría con lo que fuera.
He visualizado, por la gran destreza del Director, sentimientos que ya los
tenía en mi interior, por eso, quizás, no lo tomo como descubrimiento:
Es fácil acercarse a Dios desde abajo, desde la humildad, y desprendidos de
cuanto más, mejor.
En el silencio y mirando hacia dentro, se le oye mejor.
Nunca estamos solos.
El paso hacia su encuentro es bueno, y nunca lo hacemos solos, y al final
el gran encuentro gozoso
Y como sabes, la guinda fue el final.
Me encantó. Y realmente ahí si me vi reflejada. Esa presencia de la mujer
adúltera delante de Jesús. Todo lo que yo siento, sentí que lo sentía ella.
No puedo evitar llorar siempre que me pongo en presencia de Dios. Una
emoción inmensa me invade el corazón y mis lágrimas brotan. Me sobrepasa el
verme pequeña, pecadora, insignificante, y sin embargo tan querida por Dios,
tan amada, y precisamente ese sentimiento de amor me rompe.”
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“El taller , para mí ha sido un reto, para poner entre paréntesis mis
conocimientos particulares de la Biblia. pero, en lo más personal un ejercicio
estupendo de sacar una y otra vez la repercusión emocional de los personajes,
situaciones y reacciones. Dado que soy de un carácter tímido, creo que me ha
servido mucho, para seguir equilibrando lo emocional y lo racional, que creo
tengo mucho más desarrollado. Por otro lado me ha gustado y servido el aspecto
de interés de todos por participar y por relacionarse personalmente.”
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“Este
segundo taller para mí ha sido una experiencia intensa y muy gozosa. En las dos
veces que he podido participar del psicodrama bíblico, me doy cuenta que
me resulta un trabajo muy fuerte. Creo que, si se "juega" en serio,
es muy delicado al abismo al que se asoma. Por eso es muy de agradecer, y creo
que fundamental, la delicadeza y el saber hacer de quien guía al grupo. En este
sentido, Beppe ha sido un maestro cercano y entrañable al tiempo que serio y
riguroso en el trabajo. Yo tampoco me siento capaz de valorar la técnica porque
no tengo nociones de psicodrama y por lo que comentabais es un planteamiento
bastante abierto y que suele depender mucho de quien desarrolla cada sesión.
Aún así, sí me atrevo a decir que me faltaba un poco el saber hacia dónde nos
dirige esta técnica y este trabajo. Cuál es el objetivo que se busca, si es que
se busca, porque creo que se busca algo más que una mera experiencia, y de ahí
que me atrevo a decir, desde mi total ignorancia, que sería bueno marcar unos
objetivos claros desde un inicio que puedan servir de senda a recorrer en cada
sesión y en el conjunto del fin de semana, o al menos aunque no se expliciten
al inicio, sí poder explicitarlos al final como recogida y síntesis de lo
realizado. El lugar, para mí, ha sido uno de los mayores aciertos. Propiciar
ese clima de oración y de silencio, ayuda muchísimo para condensar cualquier
trabajo y hacerlo más fecundo. En relación al grupo, me sentí muy a gusto,
entre gente tan diversa. Creo que es una riqueza que este tipo de talleres no
solo se circunscriba a gente de un determinado perfil creyente. De igual modo,
y desde la formación teatral que poco a poco voy recibiendo, creo que sería
positivo el situar al grupo en relación a lo psico-dramático. Lo que se pone en
juego y la exposición en la que nos deja creo que hace necesario procurar un
clima de mucha concentración y profundo respeto hacia el trabajo y las personas
que lo están realizando. Es difícil hacer comprender a la gente que lo
dramático es mucho más que un chascarrillo fácil o que un espacio de ocio
divertido. Entiendo que también son las defensas que nos salen cuando de
repente nos tenemos que exponer y como adultos que han perdido esa capacidad
escénica del niño, pues no sabemos qué hacer. Creo que sería súper chulo poder
desarrollar prácticas en relación al cuerpo, sobre todo porque si algo percibí
y percibo en muchos de los espacios escénicos que comparto, es lo tremendamente
difícil que es salir de la parte racional, de la cabeza, que nos hace prejuzgar
toda situación y personaje, para poder arremeter la acción desde un cuerpo
libre que nos instruya y nos permita abrir sendas que la mente nos deja
cerradas. Hay una gran libertad en el cuerpo que la mente tiene retenida.”
· Toca hablar del psicodrama bíblico, que quizá os preguntaréis qué es. Yo,
sinceramente, no sabía lo que era cuando me apunté. Solo quería participar de
la espiritualidad de las hermanas. No soy ningún experto en psicoterapia, así
que intentaré explicarlo lo más claro que pueda. El psicodrama es una terapia
grupal que pone a la persona sobre un escenario para poder interpretar y
explorar su mundo interior. Mediante la dramatización, se buscará
comprender mejor las propias emociones y abordar problemas, buscando dar una
respuesta adaptativa a estos.
¿Y qué
tiene que ver la Biblia con el psicodrama? Pues muchísimo. ¿No es la Biblia un
conjunto de historias de creyentes o buscadores que se enfrentan a dificultades
en el camino, que bien podría ser la historia de cualquiera de nosotras y
nosotros? Pues eso. Mediante el psicodrama, se busca profundizar en relatos
bíblicos conectándolos con la propia existencia. Con lo que vivimos. Y es que,
por si no lo sabías, ¡La Biblia habla de nuestras vidas! Y a través de ella, se
intenta dar luz a la propia existencia y recorrido para acercarse a los
relatos. Esta técnica abarca todas las dimensiones de la persona: intelectual,
afectiva, corporal, individual, social, espiritual y/o religiosa. Uno consigue
así sentir más familiar la historia de Ruth, de Job, de Elías, Naaman, la mujer
adúltera... Vincula así sus historias a la propia existencia.
Esto requiere
de una persona que guíe la dramatización. Todo un arte. No es cualquier cosa y
no todo el mundo puede guiar, ya que el mediante el psicodrama muchas veces
afloran traumas y heridas profundas que en el día a día puedan influirnos.
Afortunadamente, el taller fue dinamizado por Giuseppe Bertagna, jesuita
psicoterapeuta y psicodramatista, que nos
ayudó a
descubrir tesoros en los pasajes que trabajamos. Gran profesional con un
trabajo en Italia alucinante, que merecería otro artículo aparte.